XXVII

XXVII

12 de agosto de 2014

El destino se escribe esta noche


Mientras caminaba sobre la hierba, con la mirada baja como siempre, recordó el momento en el que la vio por primera vez. Nunca lo olvidaría. Podría olvidarla incluso a ella, pero nunca lo que sintió cuando sus ojos la encontraron aquella noche. Ahora que ya nada sería lo mismo, comprendió que siempre podría guardar para él mismo lo que supuso contemplar por vez primera aquel rostro triste y apagado. Y que nada ni nadie podría arrebatarle nunca eso. Jamás lo olvidaría.  



'lcqeacplda'





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