Cuando entendí que te estaba olvidando fue cuando me dí cuenta de que, en realidad, no quería hacerlo. No quiero dejar de pensar en tí, ya que eso significaría volver a pensar en mí.
Tal vez sea el tiempo, el alcohol, las drogas, las nuevas compañías... pero, poco a poco, tu recuerdo, el de nuestros días, el de nuestras alegrías, el de todas nuestras cosas, va desapareciendo de mi mente mucho antes de lo que creía.
Y ahora, que el fin de todo se acerca, es cuando debo aceptar, aunque decepcionado, que ya no estás, ni estarás, y que tu recuerdo, también desaparecerá en poco tiempo. Sólo queda una cosa por decir, algo que no dije, pero que sabía que en algún momento, aunque doliera, debía decir; Adiós.
��
ResponderEliminar